KETAMINA

Es una sustancia, inicialmente desarrollada como anestésico para operaciones quirúrgicas en animales grandes en los años 60, ha encontrado su camino en el mercado ilegal de drogas de consumo humano. Conocida en el argot como » K» en el mundo de las drogas, se ha ganado una reputación notoria debido a sus efectos narcóticos y las consecuencias y daños asociados a su consumo.

El nombre químico es el clorhidrato de 2-(o-clorofenil)-2-(metilamino) ciclohexanona) pertenece a la clase de drogas conocidas como anestésicos disociativos, se deriva de la fenciclidina, así como la tiletamina que es un anestésico utilizado en perros y gatos y es doblemente potente a esta droga Al ser disociativa se tiene la sensanción que separa cuerpo de mente, aunque se usa en entornos veterinarios, su riesgo es muy grande al consumirse por humanos con finalidad recreativa, no debe descartarse su mezcla con tiletamina para potenciar sus efectos. O mezclarse con cocaína para dar lugar una sustancia denominada “Celvin Kline”.

Otro aspecto preocupante de la Ketamina es su potencial para causar daños en el cuerpo y en la mente a largo plazo. El consumo habitual de esta droga puede llegar a tener efectos muy dañinos en el sistema urinario, causando la famosa «cistitis de la Ketamina». Esta enfermedad se caracteriza por irritación y daño en la vejiga, lo que puede resultar en síntomas dolorosos (como si se tuviese en el tracto urinario cristales rotos) y otras complicaciones mas serias.

Además, el consumo habitual de Ketamina puede afectar la función cerebrales cognitivas y a la memoria. Investigaciones realizadas han puesto de relieve que la droga puede tener un impacto dañino en la competencias de aprendizaje y la memoria a corto plazo, lo que plantea una vigilancia sobre las consecuencias a largo plazo para la salud cerebral.

La Ketamina también muestra riesgos importantes en el terreno de la adicción. Aunque no es tan adictiva como algunas otras drogas, su capacidad para crear una tolerancia en los consumidores puede llevar a un aumento en la frecuencia y la cantidad que se consume para mantener los efectos deseados. Esto puede convertirse en un espiral de rieSgo que aumenta el peligro de adicción y abuso de la sustancia.

La Ketamina, al igual que muchas drogas ilegales, también plantea peligros en términos de seguridad y pureza. No hay garantía de la composición de lo que se adquiera al “camello”, por lo que el riesgo para la integridad personal, aumenta exponencialmente.

En el aspecto de la conducta del adicto a esta droga, el consumo de Ketamina puede tener efectos devastadores en la vida personal, afectiva, profesional, de los adictos. Los comportamientos de carácter impulsivo e irreflexivo y las tomas de decisión alocadas asociadas con el consumo de la droga pueden llevar a problemas con la ley y a relaciones interpersonales fallidas.